06 septiembre 2011

Esteban Linares y Ángel Meca durante la inauguración.


DESVELO DE MANUEL AVELLANEDA,
EN SU ÚLTIMA SIESTA EN ISLA PLANA

"Lo pintado no es nada, es una cita
-sin nosotros, sin lienzo, sin pintura-
entre algo escondido y lo aparente."
Ramón Gaya


I

Olas y alas, desconocidas, puestas
en su afán de anegar estas tierras,
sedientas desde antes de Jesucristo.
En altamar, como un barquichuelo, el alma,
lenta y rápida, a la vez, en la marejada...
Los días doran todo lo que pierden.
El sol y el agua, áura y transparencia,
mis manos tocan. Mis manos son tiempo,
pero a todo llegan, bajo la luz hambrienta.
Una parte de tierra, otra de cielo,
llevan las olas, alzan las alas...


II

El horizonte avanza, el mar llega
a mis pies. Los pinos, el aucaliptal,
la paramera. Olas y alas, ya han bebido
y comido, y me conocen. Vosotros, el mundo,
también. Hice flor de la tierra abandonada
y logré que hablara. Me acoja tanto ella
como el mar y el cielo. No busqué
más. No malgasté mi vida. Bajo esta luz
saciada, con saliva y sal, alas y olas,
diferenciadas, se unen en mi nombre.
La blanca vela gira, y se apacigua...

Soren Peñalver.


Del catálogo de la exposición: "Mediterráneos: los mares de Avellaneda", que se inauguró ayer en el Museo de la Ciudad y que estará abierta hasta el 27 de noviembre.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Preciosos poemas.

Anónimo dijo...

Lo del alma en altamar como una barquichuela es buenísimo. ¿Este Soren, ha publicado libros?, porque parece un poeta de mucha envergadura.

Anónimo dijo...

Pues anda que estos:
Los días doran todo lo que pierden.
El sol y el agua, áura y transparencia,
mis manos tocan. Mis manos son tiempo,
pero a todo llegan, bajo la luz hambrienta.

Soren es un gran poeta