27 septiembre 2011

Eucalipto sobre un fondo mineral de pizarras

Los físicos del CERN acaban de descubrir que los neutrinos son más rápidos que la luz, y que con ello -si se comprueba definitivamente- muchas teorías físicas podrían perder su vigencia. Hablan, incluso, de la posibilidad de viajar en el tiempo. Son los dos grandes misterios que el hombre puede percibir: el espacio y el tiempo. ¿Y si la sensación del tiempo no fuese más que la adaptación de la mente humana al espacio? ¿y si la dimensión es relativa y, por tanto, no existe? ¿y si el tamaño es una recreación sensorial del ojo? ¿y si sólo existen emoción y nostalgia? ¿y si al final todo es amor y desamor?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay muchas emociones que sentir, pero a fin de cuentas todas se reducen a lo que das o no das a los demás, en lo que recibes o no recibes de los demás. Y si bien es cierto que la vida te devuelve lo que tú le das ¿amor-desamor, ilusión-desilusión, alegría-tristeza? aún es más cierto que el tiempo que pasa no lo hace por igual para todos (a unos trata mejor que a otros) y que el espacio que dista entre las personas, lo marcamos nosotros mismos.

Anónimo dijo...

Sí que es verdad que los momentos que pasan ya no vuelven, por eso hay que aprovecharlos, pero no comulgo con que todo lo que nace perezca del mismo modo, pues, las personas, las esperanzas, la razón, el amor pasan por un tiempo y por un espacio que les hace crecer, madurar, esperar, transformarse, y, su paso por nuestras vidas no nos deja indiferentes.

Anónimo dijo...

¡cómo nos cambia el tiempo, el espacio, el orgullo ...!