24 septiembre 2011


Se deja en casa muchas cosas: ropa, juguetes, la mochila de la guardería..., pero lo que más me emociona y enternece econtrarme cuando ella no está son sus zapatillas rojas. Es como si ese objeto formara parte de su personalidad, como si llevaran en su interior los hoyuelos de sus mejillas cuando sonríe, sus payasadas, su necesidad de cariño, el futuro de sus pasos, de su vida.

Qué maravillosa es la distancia de un abuelo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y que maravillosa foto y enternecedora acción....

Anónimo dijo...

Quiero verla..


Lucía.