19 septiembre 2011

Tomás Segovia. Madrid. 12 de sep. de 2011. Foto: JB

Llegamos a la puerta del cine media hora antes de la cita y ya estaba allí, esperándonos, sentado en un banco de la calle Alcalá. Tiene 84 años y acababa de salir del hospital después de estar ingresado casi tres semanas. Estoy convencido de que no se trata de un ser especial desde el punto de vista físico; es su pasión por la vida, su inquebrantable necesidad de estar. Como le sucedía a su amigo Ramón Gaya, se trata de un tipo de personas que no tienen edad, que nunca la han tenido porque jamás han considerado el tiempo más allá de una mera circunstancia. Simplemente son.

2 comentarios:

Marian Ch dijo...

Esta foto si que me gusta, independientemente de su nombre. Me da ganas de sentarme a su ladico. De abrazarlo si le hace falta. Parece buena gente.

Anónimo dijo...

Pues llévate cuidado y no te acerques mucho, porque las mujeres le gustan más que un bolígrafo a un tonto.