26 octubre 2011


Desde que lo oí por primera vez cuando tenía dieciséis años, Raimon siempre me pareció el músico más poeta y emocionante que he conocido. Hace un par de semanas, le escribí una carta de agradecimiento y al mismo tiempo le contaba algunas anécdotas sobre los policías que iban a vigilar sus conciertos de Madrid cuando aún vivía Franco, como, por ejemplo, que entre ellos se "peleaban" por ir a ese servicio, sobre todo para oírlo. Ayer recibí una carta del mismísimo Raimon en la que junto a una nota me enviaba un disco. Y ni que decir tiene que me sentí muy emocionado por su gesto y su humildad, de hombre grande y auténtico.




Anverso y reverso de la nota enviada por Raimon.


Jo vinc d'un silenci


Jo vinc d'un silenci
antic i molt llarg,
de gent va alçant-se
des del fons dels segles,
de gent que anomenem
classes subalternes,
jo vinc d'un silenci
antic i molt llarg.

Jo vinc de les places
i dels carrers plens
de xiquets que juguen
i de vells que esperen,
mentre homes i dones
estan treballant
als petits tallers,
a casa o al camp.

Jo vinc d'un silenci
que no és resignat,
d'on comença l'horta
i acaba el secà,
d'esforç i blasfèmia
perquè tot va mal:
qui perd els orígens
per identitat!

Jo vinc d'un silenci
antic i molt llarg,
de gent sense místics
ni grans capitans,
que viuen i moren
en l'anonimat,
que en frases solemnes
no han cregut mai.

Jo vinc d'una lluita
que és sorda i constant,
jo vinc d'un silenci
que romprà la gent
que ara vol ser lliure
i estima la vida,
que exigeix les coses
que li han negat.

Jo vinc d'un silenci
antic i moolt llarg,
jo vinc d'un silenci
que no és resignat,
jo vinc d'un silenci
que la gent romprà,
jo vinc d'una lluita
que és sorda i constant.

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Yo vengo de un silencio
antiguo y muy largo
de gente que va alzándose
desde el fondo de los siglos,
de gente que llaman
clases subalternas,
yo vengo de un silencio
antiguo y muy largo.

Yo vengo de las plazas
y de las calles llenas
de niños que juegan
y de viejos que esperan,
mientras hombres y mujeres
están trabajando
en los pequeños talleres,
en casa o en el campo.

Yo vengo de un silencio
que no es resignado,
de donde empieza la huerta
y acaba el secano,
de esfuerzo y blasfemia
porque todo anda mal:
quien pierde los orígenes
pierde identidad.

Yo vengo de un silencio
antiguo y muy largo,
de gente sin místicos
ni grancapitanes,
que viven y mueren
en anonimato,
que en frases solemnes
no han creído nunca.

Yo vengo de una lucha
que es sorda y constante,
yo vengo de un silencio
que romperá la gente
que ahora quiere ser libre
y que ama la vida,
que exige las cosas
que le han negado.

Yo vengo de un silencio
antiguo y muy largo,
yo vengo de un silencio
que no es resignado,
yo vengo de un silencio
que la gente romperá,
yo vengo de una lucha
que es sorda y constante.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ahora que estoy viviendo en Vistabella,al leer esta entrada me remonto a cuando sonaban sus discos y se esparcía por el barrio aquel al vent. Ramón forma parte de tu argamasa. Me alegro mucho por ti al haber recibido este regalo, uno mas de los que recibes cada día. Por eso te aferras tanto a la vida. Un beso Juan.

José

Anónimo dijo...

Buenas noches.

Grande Raimon.

ANÓNIMO

papillon dijo...

¡Que maravilla!;qué sería de nosotr@s sin la musica