01 noviembre 2011

Vuestras rosas


Morir es retirarse, hacerse a un lado,
ocultarse un momento, estarse quieto,
pasar el aire de una orilla a nado
y estar en todas partes en secreto.

Morir es olvidar, ser olvidado,
refugiarse desnudo en el discreto
calor de Dios, y en su cerrado
puño, crecer igual que un feto.

Morir es encenderse bocabajo
hacia el humo y el hueso y la caliza
y hacerse tierra y tierra con trabajo.

Apagarse es morir, lento y aprisa,
tomar la eternidad como a destajo
y repartir el alma en la ceniza.

Jaime Sabines


Es una convención más, pero desde hace muy poco tiempo -¡y cuánto tiempo ya!- espero este día de los muertos con verdadera ilusión, como una fiesta, porque voy a estar más cerca de vosotros, un poco más cerca.

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