30 mayo 2013

Estaba atentísima al discurso de su amiga, se bebía sus palabras y poco después pude comprobar que la conversación giraba en torno a la actitud de un chico del grupo de amigos y en relación a determinados dimes y diretes que sobre él vertía otra chica del mismo grupo... Y uno, desde la distancia en la que se encontraba y se encuentra, añora todos esos embrollos de la vida, tan inútiles como esenciales y verdaderos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Preciosa reflexión.