Hace unos años en este lugar había una plaza con árboles. La construcción del garaje subterráneo junto a la genialidad de algún arquitecto contemporáneo nos llenaron la plaza de columnas y bolardos, eso sí, con un bonito suelo de piedra noble para amortiguar los melonazos infantiles. El miércoles pasado tuve que cruzar la plaza camino de Proyecto Hombre. ¡Qué paradoja!
1 comentario:
yo la cruzaba todos los días, tras debatirme con la zona azul buscando lugar donde estacionar, para despues sentarme en el aula y asistir entre otras a tus clases.
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