03 julio 2013

Mientras avanzaba con su firma iba recitando entre dientes su nombre y dos apellidos. Al terminar la parte literal procedió a realizar la rúbrica y finalmente añadió un pequeño trazo a modo de gesto espontáneo. Tiene solo tres años y medio y aún no puede tener conciencia de identidad, pero ¿de dónde salen estos mecanismos de autoafirmación?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Creo que podrían venir quizás de esa manía de los seres sociales de incluir en su prole los hábitos sociales y familiares, con lo que como respuesta se imita y repiten errores y aciertos.
Todo ese conjunto al final nos define. La imaginación libre poco a poco en nuestras vidas va siendo relegada a un escueto reducto.
Es la eterna lucha entre lo nuevo, lo renovador, la libertad y la tradición y lo que debe ser porque fué.
De todos depende cual sea el bando ganador y el grado en que aparezca en ella. No me gusta cuando los niños copian a los mayores.

Todavía recuerdo cuando de pequeño me encargaban dibujos para que me entretuviese en algo. Siempre al final venía la evaluación y la inevitable pregunta: inventado o copiado?.

Símplemente mío.

Jose