De repente un día descubres que lo importante en la vida no es el político, el actor o la maja, sino la política, el teatro o la belleza y que sólo durante un cortísimo y efímero instante estas verdades se hacen evidentes a través de alguien destinado a representarlas, a darles vida. Pero de la misma forma ese día también descubres que equivocadamente y cegado acaso por tu soberbia, tú te has convertido en público de un solo acto, no de la gran obra.
1 comentario:
Me gusta tu reflexión.....
Todos somos actores, todos somos público, todos somos la "gran obra".
¡Todos somos todo!.
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