06 septiembre 2013

Pensando en tus cosas vas caminando tan tranquilo entre bosques de castaños y robles; por doquier briosos riachuelos de agua clara te van refrescando hasta el ánimo; el Almanzor, a lo lejos, como meta imaginaria y tú, en esa agridulce sensación que te produce el estar, sin ser, no puedes dejar de comparar aquellos frondosos  parajes de La Vera con el secarral polvoriento del que vienes. Pero, de repente, un cartel en la entrada del pueblo pone las cosas en su sitio: claro, en todas partes hay "chupa pollas". Al final todos calvos.

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