19 noviembre 2013

La imagen es del dos de mayo pasado; acababa de conocerlo y en el momento de hacerle la foto se estaba interesando por unos libros que yo había comprado esa misma mañana en el rastro de Madrid. Se llama Rafael Martín Ramos y sabía de él por un libro suyo sobre Documentoscopia, libro que me sorprendió enormemente al tratarse de lo más novedoso y extraordinario que había leído sobre esa materia en mucho tiempo. Claro, después he ido sabiendo de él, de su fama como uno de los mejores peritos calígrafos del momento -para mí el mejor-, pero lo que me entusiasma de él, y al mismo tiempo envidio, es el rigor intelectual y científico que tiene al trabajar. Un lujo y una meta.

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