30 noviembre 2013

Sobre las seis menos diez de la mañana de hoy alguien llama a Silvia Raposo para saber de su futuro. Es un hombre de sesenta y nueve años, con voz temblorosa y entrecortada. Cuando Silvia le pregunta sobre el motivo de su llamada, el señor le dice que se ha separado, que echa de menos a su mujer y que quiere saber si existe alguna posibilidad de que todo se arregle. Como el programa está a punto de terminar, Silvia Raposo, sin el menor gesto de esfuerzo en su cara y sin pensárselo siquiera, le contesta: "el matrimonio suele desgastar mucho; yo no veo que su mujer quiera volver a la situación anterior...", se despide apresuradamente del comunicante e inmediatamente da paso a otro presentador que, a su vez, despide  el programa y desea buen fin de semana a los espectadores. Ahora ya todo está en orden, el día comienza a despuntar, los programas cumplen sus horarios, el mundo sigue girando imperturbable al desaliento y seguramente para cuando estés leyendo esto que te escribo nuestro comunicante tembloroso y entrecortado habrá digerido ya el insufrible amargor de su soledad. Buen fin de semana.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenas tardes.

Nunca dejo de preguntarme como hay gente que pica en esas engañifas.

ANÓNIMO