27 enero 2014

... y son la misma cosa, porque las dos parten de uno mismo: hazte político representativo y repudia la delincuencia, o hazte delincuente especializado y abandona la política y quizá dejen de serlo. Lo malo no es que política y delincuencia sean la misma cosa, lo malo es que las dos tengan su germen -o su razón de ser- en tu propio interior y cuando a ti te toca representarlas, no hagas nada por diferenciarlas convenientemente.

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