07 junio 2014

Son las diez y diez de la mañana, el semáforo de la Ronda Sur se pone en rojo y paro la moto. En ese momento el contraluz es muy directo, aunque está matizado por unas nubes al fondo, lo que provoca que el aire tenga mezclas de fresco y tibio al mismo tiempo. Allí mismo, mientras espero, siento algo que reconozco como una sensación especial; sin pensarlo demasiado preparo la cámara y disparo, como queriendo anotar esa sensación a través de mi mirada. Pero ahora, al intentar revivir aquel instante, descubro que nada de la imagen tenía que ver con lo sentido: más bien se trataba de una sensación de conformidad con el camino que llevaba. O quizá sí tenía que ver.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No se si vale de mucho, sentirse disconforme con el camino que llevamos. El destino, es algo que nos lleva por ese camino cuando creemos que lo hemos cambiado.

Anónimo dijo...

La foto es bonita y tal como lo describes casi puedo notar el aire entre fresco y tibio.