Son las diez y diez de la mañana, el semáforo de la Ronda Sur se pone en rojo y paro la moto. En ese momento el contraluz es muy directo, aunque está matizado por unas nubes al fondo, lo que provoca que el aire tenga mezclas de fresco y tibio al mismo tiempo. Allí mismo, mientras espero, siento algo que reconozco como una sensación especial; sin pensarlo demasiado preparo la cámara y disparo, como queriendo anotar esa sensación a través de mi mirada. Pero ahora, al intentar revivir aquel instante, descubro que nada de la imagen tenía que ver con lo sentido: más bien se trataba de una sensación de conformidad con el camino que llevaba. O quizá sí tenía que ver.
2 comentarios:
No se si vale de mucho, sentirse disconforme con el camino que llevamos. El destino, es algo que nos lleva por ese camino cuando creemos que lo hemos cambiado.
La foto es bonita y tal como lo describes casi puedo notar el aire entre fresco y tibio.
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