24 abril 2015


Y lo bueno de la imagen como medio de expresión documental es que no solamente "informa" de un tema, sino que también, a las personas implicadas, los retrotrae a aquellos momentos vividos. Para la mayoría de la gente esta imagen supondrá un simple rincón de un humilde taller de artista, en concreto el del magnífico escultor Luis Toledo. Para el propio Luis y para mí, los únicos testigos vivos de aquellos momentos, suponen un tiempo pasado de felicidad compartida y de comunicación entre varios amigos durante dos largas y fructíferas mañanas invernales. Allí estábamos Ramón Gaya, Manuel Avellaneda, Luis Toledo y un servidor.

Foto: Juan Ballester 12 de diciembre de 1984.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Una manera de revivir los momentos.

Jose Javier Ballester Pérez dijo...

Es la diferencia entre ver y mirar

Jose Javier Ballester dijo...

Parecido a la diferencia entre el fcba y este blog