19 mayo 2015

Cuando llegué al cruce de Juan de Borbón con Ronda de Levante ella ya estaba allí, concentrada en el semáforo y dispuesta para la salida. Nada se movía en ella, parecía como si estuviera disecada en esa postura. Y de repente se nos puso verde la luz, salí yo y ella seguía en la misma posición y en el mismo lugar. Claro, enseguida me di cuenta de que esa postura tan deportiva no era tensión por la salida, era que le quedaba grande la moto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenos días.

Sí, le tira un poco de la sisa.