Dicen que son buenas, que te puedes fiar de ellas, pero no es verdad: a la primera de cambio se estropean y te quedas colgado. Hablo de las máquinas de tabaco Azcoyen. Y si no que se lo digan a esta pobre mujer que echó sus cinco euros en monedas y todavía estará esperando que le salga el Winston.
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