El sitio continúa, la luna también, como el anochecer y la brisa marina, como la sensación de tener toda la vida por delante..., solo faltáis tú y tus amigos, aunque hace ya muchos años que decidisteis bajaros de ese lugar para explorar nuevos rincones en los que vivir. Ahora los miras y te sonríes cómplice, aunque sus actuales inquilinos piensen al verte que eres un viejo verde que observa y fotografía jóvenes a hurtadillas. Pero te vas de allí satisfecho, sabiéndote con la misión cumplida y seguro de haber visitado también el tiempo de tus "antecesores".

Foto; Juan Ballester (La Ribera)