23 mayo 2015

Gitanas en el transbordador de Lisboa. 2001.

Ayer noche, durante la clausura de la exposición de Juan Manuel Díaz Burgos en el Archivo General, hablaba este magnífico fotógrafo, entre otras cosas, de que él no hacía fotos porque sí, sino que siempre las hacía como parte de un trabajo más amplio que normalmente termina en exposición y, sobre todo, en un libro. Y claro, esto me hizo pensar sobre mi propio criterio a la hora de tomar imágenes. ¿Por qué las hago, qué he buscado durante tantos años con este medio? Seguramente no una exposición, seguramente solo dejar testimonio -a mi manera- de mi paso entrecortado y aleatorio por el mundo y por mi tiempo. Ya sé que, a su vez, uno puede contar historias más completas, pero para mi todo termina -como comienza-, en esa decisión de señalar lo fugaz, lo efímero de un instante único e irrepetible. Lo demás ya es literatura.

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