08 septiembre 2015


Se da auto pases largos, regatea en corto, taconea, hace malabarismos con el balón, tiene potencia de disparo... y, lo que es mejor, alza los brazos como signo de victoria cada vez que marca un gol entre las porterías que imagina sobre los arcos del Ayuntamiento de Madrigal de la Vera. Solo le faltan los tatuajes, porque la novia también la tiene.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

También sería interesante ver lo que hace cuando no marca un gol, cómo afronta la derrota.

Salud!

Juan Ballester dijo...

Pues con elegancia. ¡¡No ves que es del Real Madrid!!

Anónimo dijo...

Buenos y tristes días.

Juan Ballester dijo...

¿Y eso? ¿se puede saber el motivo de esa tristeza?

Anónimo dijo...

Pues sí.

El motivo es que sólo ante algo que huela a fútbol, surjan los comentarios, cuando has publicado fotos estupendas, y el silencio ha sido la respuesta.

Somos un país de pan y circo, está claro.

Anónimo dijo...

Es verdad.
Salud!

Juan Ballester dijo...

jajaja, ese no es motivo de tristeza, sino de alegría. Creo yo.