Cada vez que veo a chicos jóvenes jugar al baloncesto, inevitablemente me retrotraigo a los tiempos del Instituto Alfonso X, a aquella cancha de asfalto y de aros sin red, en donde durante los recreos observaba embelesado cómo jugaba un impresionante equipo de hermanos, los Cos Tejada: Manrique, Juan y Miguel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario