10 octubre 2015


Mientras Rubén, que es invidente, lee un texto que ha escrito en Braille sobre la clase de fotografía de la semana anterior -en la que estuvimos hablando de la sintaxis de la imagen y la composición fotográfica-, Sergio lo escucha atentamente. Nunca antes me había encontrado con alumnos con ese interés, como nunca antes me había sentido tan agradecido y tan feliz de compartir mi tiempo con mis semejantes. Las dos horas semanales se me hacen cortísimas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenos días.

Me alegro.

Anónimo dijo...

Buenas noches.

Un retrato muy desfavorecedor con premeditación y alevosía.