Una mierda de Jerez. Y se nota, tiene el barroquismo del flamenco gaditano, es un traje de volantes, un respingo, un adorno barroco del capote belmontino...

Yo sé que hay gente muy sensible con este tema mío de mierda, pero considero que no debemos dar la espalda a nuestra realidad. Si España está llena de mierdas -literal-, veamos su lado más bello, o más estético si se quiere. Porque como ya dijimos hay mierdas y mierdas, cada una tiene su impronta, su sello, su estilo. Y si es que ya no lo estamos, pongámonos a su altura y disfrutemos de su eterna compañía.