08 diciembre 2015


Antiguamente la Navidad empezaba en Navidad, pero desde hace algunos años este tiempo de celebración religioso-cultural se ha quitado la máscara y ha dejado ver lo que únicamente ya puede ser: un nuevo tiempo de consumismo, hedonismo y sinsentido, haciendo que su práctica se alargue en el tiempo un disparate. Cuando yo era niño las luces y los adornos navideños aparecían cuando terminaba el colegio, o sea, en torno al veintitantos de diciembre; ahora esas luces y demás reclamos consumistas comienzan a mediados o finales de noviembre. Se diría que el tiempo de la Navidad se alarga en proporción directa a lo que se acorta su verdadero sentido. Claro, tanto adorno, tanto reclamo, tantas ganas de diversión y de paz han hecho que alguna de mis mierdas haya aparecido adornada hasta las cejas, no en vano la mierda es la más directa consecuencia de nuestros apeteceres.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenos días.

Por cierto, la mierda de hoy tiene un perfil lejanamente parecido al de nuestra provincia.