05 enero 2016


En la imagen de arriba los restos de un aljibe árabe del Castillo de la Luz

Y claro, mucho Ibn Arabí y mucho Rey Lobo, pero la memoria del hombre es blanda y el olvido su bandera: Subes al castillo almohade de siglo XI en La Alberca y lo ves destrozado, abandonado, cayéndose lentamente, pero un poco más adelante en tu camino te encuentras con una pintada anti-árabe en el tronco de un eucalipto. Todo esto te hace pensar en el porqué, en cómo es posible que persista el rechazo a una cultura a la que tanto debemos, sobre todo si eres de nariz aguileña y sientes que por tus entrañas aún resuenan las graves voces de tus antepasados despidiéndose.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenos días.

En este caso, creo que el rechazo tiene poco que ver con la raza, y mucho con la religión.