10 febrero 2016


Interior de una casa en La Ciénaga a media mañana. Un hombre acostado sin nada que hacer o, quizá, haciendo lo que debe, quién sabe. En ese submundo de supervivencia siempre hay una doblez, una complicidad, unos códigos secretos, un doble lenguaje, lo cierto es que allí todo parece lo que no es, pero nunca sabes lo que es.

No hay comentarios: