08 febrero 2016



Romeo, el chico haitiano que hace de vigilante por las noches en la casa donde me alojo, ha cambiado de sueño: ahora ya no quiere ser músico, quiere ser peluquero y se pasa el día recortándose el suyo e intentando recortárselo a todo el que pilla. Quizá el último día me decida, a ver.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenos días.

Ya estoy impaciente por ver el resultado.