Un día entré en el Centro Nacional de Artes Visuales para hacer fotos en el patio central y el conserje, al verme entrar, me preguntó que dónde iba y si yo era padre de un profesor. El tema me interesó y le pregunté, a mi vez, si estaba ese profesor allí y se me podía indicar la clase donde estaba. Allá que me fui a buscarlo y tras pedir permiso entré en la clase. Nada más entrar el profesor, al verme, me dijo: usted se parece a mi. Le contesté: sí, he venido para ver si soy su padre. Se llama José Pelletier y terminamos haciendo una amistad que espero continuar por mucho tiempo.
José Pelletier en La Cafetera (Calle Conde)
1 comentario:
Buenos días.
Dicen que todos tenemos uno o varios sosias repartidos por el mundo.
Esto parece una prueba.
Publicar un comentario