29 marzo 2016


Salgo a caminar y nada más empezar el paseo veo en el suelo una bolsa de plástico con un color rojo intenso. Pensaba recogerla y tirarla a la basura, pero decidí hacerle una foto y dedicarme un rato a reflexionar sobre el color, sobre su porqué, su necesidad. Y claro, no me refiero al color en la imagen, sino al color en la vida. ¿Por qué unas células en determinados ojos que tienen la función de transmitirle al cerebro una sensación concreta ante tal o cual longitud de onda? ¿Qué buscaba la evolución con esa potestad? ¿Acaso no era suficiente con las formas y las texturas? Y pregunta tras pregunta llegué a la última: ¿Para qué esta bolsa de color rojo intenso? Seguramente para no dejarme a solas con mi propio y oscuro vacío.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenos días.

Y para permitirte escribir seis o siete líneas de reflexión.