26 abril 2016


Cráneo deformado de un indio taíno que puede verse en el museo Manuel García Arévalo de Santo Domingo. Y seguramente este hombre alardearía de su extraordinaria imagen, de pertenecer a una clase superior, de ser un elegido por los dioses. Y así pasaría por este mundo, sabiéndose distinguido y agraciado en vida, pero desconociéndose hueso deforme para la eternidad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenas tardes.

Juan Ballester dijo...

Buenas tardes