20 julio 2016


Escenas urrutienses: Lleva allí, en ese rincón junto a las basuras y frente al Tallo, varios días. Por los ojos enrojecidos y por su actitud pasiva, se le nota enfermo; yo diría que muy enfermo, como si hubiera escogido ese lugar para morir. Alguien le ha puesto una caja de cartón con unas telas para que se eche, así como un pequeño recipiente con comida y otro con agua, pero él prefiere el asfalto y la acera, seguramente porque le son más familiares. No sé lo que puede durar este pobre animal, pero de nuevo la realidad se revela a nuestro paso. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenos días.

Pobre gato, pero así es la vida.