07 julio 2016


Sin ellos las ciudades y los pueblos serían otra cosa y ya forman parte de nuestro paisaje, del carácter de nuestro entorno. Los gatos son también, a la par que metáfora del silencio y la indiferencia, el contrapunto vital a la mortecina soledad en la que nos movemos. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenas noches.