05 julio 2016


Un poco más allá de los pescadores me encuentro junto a la orilla una lancha semihundida, pero unos metros más adelante aparece también el cadáver de una gaviota con las alas extendidas, como si aún continuara se vuelo. Y uno se empeña en encontrar las claves de estos acontecimientos, se esfuerza por intentar leer el mensaje que ambas imágenes pudieran representar, aunque, evidentemente, nada es extraño al orden natural. Quizá uno vea estos temas como augurios, como llamadas de atención, aunque a estas alturas también hemos aprendido que solo la muerte moldea y da sentido al milagro de seguir con vida, aún.

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