16 septiembre 2016


Llegando a Belle Île en Mer, la negra y pequeña silueta de un barco velero sobre el monótono fondo gris ponía el contrapunto que necesitaba: era una razón para mirar, una nueva excusa para mis dormidas emociones, un simple ritmo binario para despertar y poder así volver a la realidad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenos días.