24 octubre 2016

IN MEMORIAM


Mientras tomaba esta imagen en el monte, mi amigo de la juventud Antonio González Barnés estaba asistiendo a su propio entierro. Cuando vi el eucalipto seco pensé en él y asocié a ambos a una vida pasada. Sí, más allá de dolores y sentimientos, estar vivo no es más que aceptar la muerte. Pues ya está, con sus muertes materializamos sus vidas. ¿Y ahora? Pues ahora a quedarnos con que un día uno nos ofreció su sombra y otro su sonrisa y su amistad. ¿Para qué más? ¿Para qué llorarlos, si finalmente consiguieron dar sentido a sus vidas? Lloremos, pues, nuestra incertidumbre actual y compadezcamos nuestra vanidad de hombres vivos que aún no saben que vivir es solo morir.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenos días.