03 octubre 2016


La inmensidad del mundo, su belleza permanente y su eterna indiferencia frente a la mezquindad del hombre y su estéril sabiduría. La tarde no se creó para su placer, sino que es su placer el que continúa creándose frente a ella.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenas tardes.