Es un recodo muy especial y se encuentra en el camino que hay desde La Luz hasta La Fuensanta. Bajando, en la primera curva encontramos un pino y un ciprés, y están allí como asomados al camino para recibirnos. Al verlos así, juntos y solos, dejan de representar su anónimo y natural papel y parecen querer hablarnos de otros valores no tan naturales: convivencia en la diversidad, respeto al otro, libertad... ¿No tan naturales?
1 comentario:
Buenos días.
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