Otro de mis sueños al cumplir los 64, ser San Prisciliano, obispo hereje y mártir. Cantaban los priscilianistas el llamado Himno de Argirio. Cantadle conmigo:
Quiero atar y ser atado.
Quiero desatar y ser desatado.
Quiero salvar y ser salvado.
Quiero ser engendrado.
Quiero cantar y saltar.
¡Cantad y saltad conmigo!
1 comentario:
Buenos días.
¡Cómo están las cabezas!
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