18 enero 2017


En una tierra que se caracteriza por sus largas y reiteradas sequías, todos mirábamos entre alegres e incrédulos la crecida del río, pero, en medio de toda aquella algarabía, sin pudor alguno y sin un porqué aparente, una pareja sellaba con un beso lo que evidenciaba ser un mutuo reconocimiento y su deseo. Nada tendría que ver con lo anecdótico de la crecida, pero aquel beso en aquel momento me parecieron lo más sólido y consistente que estaba sucediendo ante mis ojos. Era como un punto central, como el tema principal de un momento único y eterno.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenos días.

Esperemos que hoy, bajo la nevada, se sigan besando.

Luis Serrano dijo...

Preciosa toma abierta en todos los sentidos. Muy bien encuadrada tomando ampliamente la escena y mostrando como el amor es a veces motivo de distracción. je je je . Un abrazo