09 enero 2017


Termina una locura y empieza otra, como si esa fuese nuestra única meta, como si el hombre solo necesitase su propia enajenación para vivir. Sí, terminan las fiestas y empiezan sus restos, termina la Navidad y continúan sus enseñanzas. ¡¡Qué asco, qué pena y qué nostalgia de otros tiempos y de aquellas miserias humanizadas!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenas y avergonzadas tardes.