El camino que creímos escoger, nuestras servidumbres y miserias, la felicidad de sabernos vivos junto a la incertidumbre que supone saberlo, las luces y sus sombras, la realidad evanescente, nuestras huellas sobre el asfalto, las diferentes capas de la vida con sus tiempos y sus ritmos, los miedos del monstruo de Darío*, tú mismo... Es todo tanto y tan nada...
* Escrito del 18 de febrero en "Retales de mi alforja".
* Escrito del 18 de febrero en "Retales de mi alforja".
3 comentarios:
Buenos días.
JB, ¿dónde está ese camino?
Junto Eremitorio de La Luz
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