18 marzo 2017



Alejandro Franco en su estudio mientras prepara su próxima exposición para el otoño. Resulta curioso, pero es capaz de pintarse a la acuarela los mínimos detalles de ocho conchas de almeja y, sin embargo, él es puro movimiento, permanente actividad, vamos, rabo de lagartija.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenos días.