Músico rumano tocando a la salida del Museo Nacional de Escultura de Valladolid. Me encantan estos músicos callejeros balcánicos; y no sé si su melancólica música me llega siempre en el momento justo, o es que mi estado de ánimo se tiñe fácilmente con esos antiguos acordes, pero lo cierto es que conmigo siempre dan en el clavo.
2 comentarios:
Buenos días.
No hay que irse tan lejos, en el puente Nuevo hay siempre uno que sólo sabe tocar (mal) una canción.
Se me ha escapado una tilde que no hacía ninguna falta.
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