27 mayo 2017


En la entrada de anteayer, hablaba de "...estas imágenes del pasado", como si existieran imágenes que no fueran del pasado. Otra impotencia de la imagen en relación al arte: que no tiene presente como sí tiene éste. Toda imagen es solo un instante fugaz del pasado, un relato del tiempo pasado, pero siempre es y será pasado.
Ese mismo día 1 de noviembre de 1974, al despertarme y mirar por la ventana de mi habitación, se me ocurrió hacer esta fotografía. Se trata de una imagen que nunca positivé, como tampoco le presté atención, porque evidentemente es una foto sin interés, bastante absurda; vamos, una foto juvenil. Claro, al no tener presente y ser solo una referencia objetiva y parcial de aquella realidad del pasado, a través de ella no es posible saber ahora que su origen y su sentido último no fue otro más que una pasión desbordada por la luz y por sus sombras.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenos días.