18 mayo 2017

Uno de esos millones de instantes que vivimos y que por su falta de originalidad en la temática o, incluso, por la luz anodina que reciben, lo cierto es que se diluyen en nuestra experiencia vital convirtiéndose en instantes vacíos, en uno de esos instantes que nos suelen pasar inadvertidos y como de relleno. Ayer por la mañana, mientras esperaba mi turno para pasar la ITV de la moto, fui consciente de ese momento sin temática especial, sin luz propia, sin sentido último. Tan consciente fui, que quise rescatarlo y terminó convirtiéndose en un nuevo momento para contar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenos días.