Vas por la vida como por un camino que ya conoces y te sabes pero, de repente y cuando menos te lo esperas, una llamada a tu móvil, un árbol que se quiebra o una mirada cualquiera, se te ofrecen como posibles direcciones que te conducen a una nueva vida. Solo el cumplimiento de esa constante incertidumbre es vivir y no otra cosa. ¿Cómo hablar, entonces y no callar?
1 comentario:
Buenos días.
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