21 octubre 2017


Un trozo de roca de Colorado con un billón de años de antigüedad. Claro, ya sabe uno que cualquier trozo de suelo puede tener ese tiempo, o más, pero coger en tus manos ésta y sentir que tocas el tiempo, ese tiempo y aquella realidad, por un lado te empequeñece y por otro te eleva: te hace vivir.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenos días.

Definitivamente empequeñece.

El hecho de que la puedas coger en tus manos sólo es fruto de la coincidencia de un momento, pero eso no impide que seamos un mínimo, muy mínimo y mucho mínimo, como diría aquel.

Esteban Linares dijo...

Juan, sin ánimo de ser pedante, con 4.500 millones de años ya sería de las rocas más antiguas de la Tierra. El Universo 'solo' tiene unos 13.700 millones; ¡ahí es nada!.
Un saludo.

Juan Ballester dijo...

Qué quisquilloso eres Esteban, ¿qué más da un billón que un millón?

un abrazo

Esteban Linares dijo...

Pues tienes razón... Total nada (o casi).
(Ya me lo decía mi madre: "Nene, callaico estás mejor")

Abrazo recíproco.