23 noviembre 2017

El jueves de la semana pasada, paseando al anochecer por una barriada en las afueras de Alcantarilla, me encontré con este rincón. Tenía algo de inhóspito y destartalado, pero, al mismo tiempo, le encontraba algo acogedor y familiar. Era como si el lugar ya lo hubiese vivido anteriormente, como si formase parte de mi experiencia vital. No sé, acaso por un cierto parecido con el barrio de Vistabella de Murcia, en donde me crié, o quizá por esa especie de nostalgia del hogar que uno siente cuando nos encontramos desprotegidos y desubicados. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenos días.
Es cierto, tiene un cierto parecido a Vistabella.