26 mayo 2018

Hace un rato he escuchado a un amigo decir que no soportaba Las Meninas, que las aborrecía y que estaba harto de ese cuadro. Claro, no daba crédito a lo que oía, sobre todo viniendo de alguien que admiro y que, de alguna forma, está vinculado al arte o al patrimonio cultural. Decir eso es algo así como decir: "estoy harto de mirar el mundo, de ver la vida". Creo que no se ha expresado bien, que lo que quería decir era que estaba harto de la utilización de ese cuadro como icono de la pintura o de un tiempo de la pintura. Pero, aún así, me ha preocupado mucho ese desatino, ese confundir la imagen con la realidad, la fama con la vida, lo mental con lo corporal... Es grave, es muy grave lo que nos pasa, porque este amigo ha hablado, sí, pero está dentro de un caldo de cultivo muy propicio a esos pensamientos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenos días.

A otros les da por doblar esquinas.